La Titanka o Puya Raimondi es una planta extraordinaria que crece en la región andina.
Pariente de la piña, la titanka vive y sobrevive durante 80 o 100 años en el áspero clima de la Puna, erguida sobre el suelo rocoso de una región en donde llueve poco y el viento se lleva -cada mediodía- la poca humedad acumulada.
Pero la titanka no se queja. Se entrega al crecimiento.
Empuja su energía con ese amor obstinado e inexorable de la Naturaleza.
Sigue adelante mas allá de las noches heladas, los soles calcinantes, la eternidad solitaria del desierto.
Durante años.
Y un día, un sublime día, un día como cualquier otro, florece.
Y nace su extraordinaria flor, una bellísima flor, la única que brindará en la vida. La titanka florece una sola vez durante su larga presencia de 100 años en el mundo.
La flor genera fragancias, hermosura y asombro para los caminantes y los afortunados pájaros e insectos que se acerquen a libar su néctar.
Esta planta es un milagro que retorna. Humildemente. Sin estridencias ni discursos. Sin estandartes ni símbolos.
Y tan modestamente como llega, se retira. Una vez que la flor prosperó y sirvió a su propósito, despues de prepararse durante décadas para este evento único, la planta muere. No hay lugar para el dramatismo. Sencillamente, su ciclo ha finalizado.
La titanka es una planta medicina.
Su medicina consiste en mostrarnos que no importa cuanto tiempo nos lleve florecer, ni cuanto tiempo dure nuestro servicio en el mundo, ni que los que se beneficien con nuestra fragancia sean muchos o unos pocos.
Lo importante es que cuando lo hagamos, sea con nuestra flor única, nuestra esencia incomparable, aquello de lo que podamos afirmar: «esto soy», con toda la fuerza de nuestro corazón.
Y de esa forma, erguidos en el desierto de la realidad circundante, podamos agradecer a la vida, por la extraordinaria oportunidad de ser nosotros mismos.
Flavia Carrión
Nuestra misión es ayudarte a desarrollar la tuya
Un texto bellísimo.
Gracias.
me tocó en lo profundo de mi ser..muchas gracias Flavia…que lindo escribes…
Wao!